Koh Tao (Thailand)

Ya hace cuatro años que llegamos a Koh Tao desde Bangkok después de un viaje por el noreste de Tailandia, Laos y los templos de Angkor. Para nosotros fueron unas vacaciones dentro de otras, después de unos días intensos de movernos aqui y allá, el ritmo de la isla nos acogió durante unos cinco días, y aprovechamos para sacarnos el título PADI de Open Water Diver. Estuvimos allí a mediados de Noviembre y el mar nos impidió disfrutar de las prístinas aguas sin oleaje y llenas de fauna marina y corales que tanta fama han otorgado a Koh Tao y por las cuales se ha hecho famosa como escuela de submarinistas.

Lo cierto es que esta vez, tampoco las disfrutamos. Parece ser que los monzones azotaron el Golfo de Tailandia hasta bien entrado Octubre, provocando que se revolvieran los fondos marinos y la visibilidad no fuera la esperable.

Por suerte, aunque el mar no luciera su visibilidad perfecta (si alguna vez lo hace aqui, pues a nosotros nos es esquivo), la meteorología si nos respetó. El sol llegó a la isla con nosotros y nos acompañó durante nuestra estancia con algún intervalo de nubes.

Desde el puerto en Mae Haad emprendimos la búsqueda de alojamiento. Días previos habíamos buscado algo barato por internet y no encontramos absolutamente nada. No por precio, sino porque todo estaba reservado. Navidad estaba a la vuelta de la esquina y los británicos que pueden permitírselo, vienen a pasarla a Tailandia. Pero por suerte o por desgracia, internet aún no llega a todas partes y no todos los hospedajes se ofertan en la red. Después de andar desde el puerto hasta Sairee beach, encontramos un bungalow por 550ThB en el Nat Resort, entre las dos zona ruidosas de Sairee, resguardado entre el paseo y la carretera.

Longtail boat al atardecer

En cuatro años, nuestro «paraíso» se había transformado. Donde antes nos duchábamos después de nuestras primera inmersiones, ahora la gente paseaba con vestidos largos entre tenderetes de recuerdos. Donde nos alojamos gratis dentro del paquete del curso de inmersión, ahora te cobraban 800ThB. Nos enamoramos de los restaurantes donde comer un pescado fresco a la barbacoa por apenas 150ThB por cabeza mientras veíamos cine al aire libre, pero ahora solo hay dos restaurantes donde pasan películas, ninguno de ellos al aire libre y el pescado lo cobran al doble cuando menos.

Puesta de sol desde Sairee Beach

Las carreteras de la isla resultaban inaccesibles en muchos tramos, pudiendo acceder a algunas calas únicamente en un taxi-boat. Hoy, aunque las carreteras en algunos tramos son bastante malas, se puede acceder a todas por el interior. Prácticamente todo el mundo alquila una moto en Koh Tao, y es muy buena idea pero tiene sus reglas. Si uno no tiene experiencia, en algunos tramos es mejor no hacerse el valiente. Posiblemente lo máximo serán algunas quemaduras que te amargaran parte de las vacaciones, siempre que no se corra peor suerte, después de resbalar en una bajada con la arena. El problema vendrá cuando devuelvas la moto y pretendan hacerte pagar una nueva. Y eso puede pasar incluso sin caer si no te has asegurado de hacer bien los papeles de la moto y haber apuntado todos y cada uno de los arañazos del trasto. Hay quien incluso hace fotos antes de cogerla.

Koh Tao tiene una extensísima oferta de actividades. Desde el consabido submarinismo, con los mejores precios de Asia y posiblemente del mundo para obtener los distintos títulos, snorkel en muchas de sus playas y calas, caminatas por la isla con algunos viewpoints magníficos, disfrutar del sol en alguna de sus playas o calas, fiesta nocturna o excursiones a alguna de las islas de alrededor como Koh Nangyuan, una pequeña isla frente a la costa noroeste de Koh Tao, propiedad del presidente de Chang Beer o islas mayores como Koh Phangan para la Full Moon Party, la Half Moon Party o la No Moon Party o la más familiar Koh Samui.

Nuestro plan aqui fue hacer vacaciones, algo así como no hacer nada de nada, combinado con leer, pasear, celebrar la Navidad con amigos y comenzar a planear lo que viene después de Tailandia.

A lo largo de las dos semanas que aqui pasamos hicimos, entre otras cosas, una excursión a Koh Nangyuan. Con otros cuatro amigos nos subimos a un taxi-boat que nos llevó y, a la hora convenida, nos recogió. Para acceder a la isla se debe de pagar en una taquilla que se encuentra pasado el embarcadero. La isla es preciosa, pero está abarrotada. Está dividida en tres montículos unidos por lenguas de arena, aunque una de ellas queda bajo el agua aún cuando la marea es baja. Y es en ese tercer montículo, el más alejado, sin playa de arena y formado por rocas inmensas redondeadas por la erosión, donde se puede estar más aislado y desde donde se puede disfrutar de uno de los mejores puntos de snorkel de la isla, con muchos peces y corales en buen estado en fondos de arena blanca.

Pasarela al paraíso (Koh Nangyuan)

Después de casi tres meses, descansar del peso de nuestras mochilas, darles reposo a nuestras piernas y disfrutar de buenas temperaturas en bañador andando descalzos por la arena hizo que nos fuera muy difícil salir de la isla. Nos atrapó aún a sabiendas que aquel, no era el Koh Tao que habíamos idealizado.

Pero aún y ser más caro que el que recordábamos, poder tomarte una cerveza fría sobre la arena frente al mar, sobre cojines y viendo un espectáculo de fuego al son de la música…

Espectáculo de fuego

…no tiene precio. O comer en algunos de los mejores restaurantes tailandeses que hemos degustado a buen precio como el Su Chilli, en Sairee en la carretera a Mae Haad frente al Farango, los rotis (crepes rellenas) del tenderete del final del paseo en Sairee frente al café Corner donde se disfruta tanto del dulce como del espectáculo que monta el cocinero, los desayunos relajados con buena conexión wifi del Café Boat (donde además de ser los más baratos, sirven unos muy buenos shakes y muy buenos currys), Freedom Beach, snorkelling en la playa de Ao Hin Wong, las vistas desde el Mango Viewpoint con una cerveza en la mano acompañado de buena música electrónica, un masaje en la casa de madera del paseo cerca de Ban's diving…

Koh Tao, se ha convertido en una isla muy concurrida por turistas, con precios en alza y en continuo crecimiento. Ha dejado de ser un paraiso perdido pero, no por ello ha perdido su atractivo.

Mango Viewpoint

 

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